El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) afecta a casi 140 mil personas en Argentina, según los datos del último Boletín de Respuesta al VIH y a las ITS del Ministerio de Salud. De ellas, el 20% desconoce su diagnóstico.
La única forma de saber si una persona contrajo VIH es realizando un test mediante una muestra de sangre. El estudio no requiere orden médica, es gratuito y confidencial a partir de los 13 años. Estas pruebas ayudan a detectar cerca de 5800 nuevos casos cada año, y el 30,2% se realizan en una etapa avanzada de la infección: las cifras dicen que el 26% de las mujeres y en el 32,1% de los hombres.

El 67% de las personas que conoce su diagnóstico se atiende en el subsistema público de salud y aproximadamente 60 mil se encuentran en tratamiento antirretroviral en los hospitales. La principal vía de transmisión son las relaciones sexuales sin uso del preservativo, con el 98% de los casos. Respecto a los hombres, el 60% se infecta durante prácticas sexuales con otros varones y casi el 40% durante relaciones sexuales con mujeres.
Por otro lado, la tasa de mortalidad por patologías asociadas al VIH tuvo cambios muy importantes en los últimos 10 años, y viene registrando un leve descenso, ubicándose en 3,01 cada 100 mil habitantes en 2020.

Campañas de prevención
La Fundación Huésped y el Consejo Publicitario Argentino lanzaron una campaña para promover el acceso al diagnóstico de VIH. Bajo el slogan “Date el pinchazo más importante. Hacete el test de VIH”, el lunes 4 de julio se habilitará un espacio de testeo gratuito de VIH y sífilis en la Plaza Houssay. Participarán las áreas de salud de los gobiernos porteño y nacional, la Universidad de Buenos Aires y organizaciones de la sociedad civil, con el apoyo de agencias de cooperación internacional.
Políticas de VIH
Argentina es un país con políticas positivas en relación a los derechos de portadores de VIH. No existen leyes que penalicen la transmisión del VIH, como sí sucede en países como Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, entre otros. Por otro lado, la Ley Nacional del Sida y la Ley de Derechos del Paciente otorgan acceso a la atención de salud, respeto a la dignidad y no discriminación y confidencialidad absoluta. Nuestro país es pionero en este tipo de normativas en toda Latam.